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Todo proceso de mudanza, pequeño o grande, es capaz de influir en nuestras emociones; y es completamente normal, no se trata solo de un cambio de dirección, sino de rutina, de entorno físico, social, de trabajo, etc.
Puede incluso suceder que antes de la mudanza sientas mucho entusiasmo, pero luego al llegar al nuevo domicilio y durante el proceso de adaptación, comienzas a sentirte infeliz e insatisfecho, tanto que acabas preguntándote ¿habré tomado la decisión correcta?
Si es tu caso, te invitamos a leer este artículo. Te explicaremos por qué te sientes así y qué cosas puedes hacer para contrarrestar los sentimientos negativos tras una mudanza.
Aunque cada persona manifiesta sus sentimientos de forma diferente, existe una serie de rasgos que pueden indicar si se trata de depresión por mudanza.
Por ejemplo, es normal sentir nostalgia al ver una fotografía de viejos amigos, al pensar en la casa anterior o incluso al ver un objeto que nos relaciona con el pasado. El problema radica cuando este sentimiento se vuelve constante pues, aunque tratas de comprender que es parte del proceso, no dejas de sentirlo, haciendo que sacar objetos de las cajas sea cada vez más difícil.
Además, en estos casos es bastante común que la organización de la nueva casa se parezca mucho a la anterior, una movida inconsciente que hace tu cerebro en busca de confort, y para ello se vale de lo que solía ser cotidiano para ti en el pasado.
Otro rasgo característico en la depresión por mudanza es la incapacidad para dormir, lo que a su vez produce irritabilidad. También es posible que comiences a aislarte, evitando conversaciones con tu familia.
Por tanto, es vital que antes de la mudanza todos los miembros de la familia hablen de este tema, pues la comprensión es clave para superar tanto el miedo y estrés común en toda mudanza, y asimismo la depresión.
Una vez dicho esto, continuemos con el siguiente punto: las razones por las que una mudanza causa depresión.
Por lo general la depresión aparece tras un impacto emocional, sea pequeño o grande, y dado que una mudanza implica cambios e incertidumbre, es normal que la persona que se muda sienta una profunda tristeza; sobre todo si la mudanza fue una decisión impuesta o está acompañada de una situación incómoda como ruptura de pareja, destitución del cargo laboral, entre otros.
Además, son muchos los factores que inciden, pues una mudanza genera inseguridad, cambio de rutinas, remover objetos y pertenencias llenos de recuerdos, variación del día a día, etc. Además, las excesivas actividades a realizar, el poco tiempo que apremia, el abandono de seres queridos, un adiós a lo que solía ser, … Todo esto es sinónimo de tensión, estrés, ansiedad y, por supuesto, depresión.
Aparte de todo esto, la mudanza es un proceso que sí o sí requiere adaptación paulatina, pero es usualmente llevado a cabo con premura, afectando a grandes rasgos el equilibrio emocional de la persona.
Antes que nada, es importante que sepas que sentir depresión tras una mudanza no significa que seas débil, pues el impacto emocional que experimentas es real y todo aquel que se ha mudado sabe que es así. Por eso en MudanzasEspanol deseamos ayudarte con algunos consejos que te ayudarán a controlar tus emociones.
A fin de que cada miembro de la familia asuma su papel, te resultará útil armar un cronograma con los preparativos para la mudanza incluyendo los roles de cada uno. También es importante que lo coloques en un lugar donde todos lo puedan visualizar.
Para evitar desarrollar depresión por mudanza, te recomendamos que antes de iniciar el proceso, programes las tareas incluyendo momentos de recreación e intervalos de descanso. Así lograrás relacionar el cambio de hogar con recuerdos agradables.
Tu familia es tu equipo, tu apoyo. Por eso, lo mejor en estos casos es mantenerse unidos, conversar sobre sus sentimientos, sobre las metas que desean lograr en su nuevo entorno, sus expectativas y más.
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Una mudanza implica salir de la zona de confort, por eso la mezcla de emociones al llegar al nuevo hogar. Solo recuerda que la ansiedad, tristeza, miedo o alguna otra sensación que sientas durante el proceso es normal y válida. Permítete sentirlas y entenderlas para entonces poder canalizarlas.
No te guardes lo que sientes. Es importante que comuniques tus emociones al resto de tus familiares o amigos. Eso te permitirá procesarlas con mayor eficiencia y recibir el apoyo que necesitas.
Es normal querer apresurar el paso para finalizar el proceso lo más pronto. Sin embargo, esto podría causar agotamiento físico y emocional. Por tanto, lo mejor es cuidar de ti durante el proceso; por ejemplo, realizar actividades que te generen bienestar, como hacer ejercicio, leer un libro, dar un paseo, etc.
Es verdad que las mudanzas son de por sí estresantes. No obstante, te invitamos a ver el lado positivo. Se trata de un nuevo comienzo y nuevas oportunidades. Si logras mantener una actitud positiva ante el cambio verás cómo eso contribuye con tus emociones.
La decoración permitirá que tu nuevo entorno sea agradable y acogedor, lo que a su vez contribuirá con tu bienestar y disminuirá los sentimientos de tristeza. Utiliza los adornos que más te guste, pinta las paredes con tus colores favoritos, añade diseños llamativos y organiza todo según prefieras. De seguro lo disfrutarás.
Salir a conocer tu nuevo entorno, saludar a los vecinos, pasear por lugares nuevos. Estas actividades son eficaces para aliviar tus sentimientos. Además, te permitirán acostumbrarte y adaptarte a tu nueva etapa.
Si después de muchos intentos no logras salir de la tristeza te sugerimos visitar un terapeuta o psicólogo profesional. El te proporcionará las herramientas necesarias para sobrellevar la depresión.